Las Tunas. Ómnibus urbanos y ciudad: el tiempo no pasa por gusto (+infografía)

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Desde 1989 hasta hoy en la ciudad de Las Tunas no han existido tantos ómnibus en el transporte público de pasajeros y por momentos da la impresión en materia de organización y distribución de las rutas y los vehículos que poco ha cambiado desde la época de los televisores Caribe y los viajes a la Unión Soviética.

Lo que tenemos

El sucesivo arribo de nuevos vehículos marca Diana mejoró ostensiblemente el transporte público estatal en la mayor urbe tunera. Diariamente, como promedio, los ómnibus estatales aquí trasladan una cantidad de pasajeros equivalente a la población completa del municipio de Manatí; situación muy distante de la vista en los años 2003 y 2005, cuando apenas rodó una guagua por las calles de la ciudad de las esculturas.

Al mismo tiempo, la cabecera provincial fue creciendo a lo largo de la Carretera Central y otras vías principales como la que conduce hacia Puerto Padre. Sin embargo, dice Vladimir Téllez Pérez, jefe de operaciones de la Empresa Provincial de Transporte de Pasajeros y Cargas Generales, “es una ciudad que todavía sigue funcionando alrededor de una sola calle. La Ruta 7 y en segundo lugar la 1 son la columna vertebral”. Y tiene razón, pues aunque en la actualidad existen más, esas dos recorren los puntos más concurridos tanto en el centro histórico como en las afueras en particular desde y hacia los dos hospitales.

Donde otrora no había más que potreros hoy se levantan barrios completos lo cual se refleja particularmente en esos itinerarios tradicionales que han visto extender sus respectivos recorridos hasta rozar el límite máximo permitido. Y no se trata solo de ir más lejos, sin que, como explica Vladimir, se hace en más tiempo, pues al aparecer nuevas comunidades aumentan la cantidad de paradas. Por ejemplo un ómnibus de la Ruta 7 emplea en la actualidad una media de 55 minutos en cada recorrido, subraya.

¿Normas pasadas de moda?

Redactadas en máquina de escribir, porque a mediados de los 80 del pasado siglo las computadoras no eran tan comunes como ahora, las normas ramales del transporte para la actividad de ómnibus establecen los requisitos del servicio urbano y suburbano. Ahí se definieron claras diferencias en cuáles debían ser los tipos de rutas y de distancias entre las paradas, de acuerdo a la cuantía de la población de las ciudades, a saber: la metrópoli, que sigue siendo La Habana y las ciudades calificadas como de primer, segundo y tercer orden según su población.

Tanto en la capital del país o en ciudades con más de 250 mil habitantes pueden establecerse rutas expreso en las cuales el ómnibus solamente hacen a lo sumo dos paradas intermedias entre origen y destino; mientras en otras localidades de primer orden pueden simultanearse rutas rápidas (la separación entre paradas para esta debe ser de mil 500 metros) con rutas convencionales cuyas paradas deben ubicarse como mínimo a 800 metros entre cada una.

Cuando fueron elaboradas estas normas y por consiguiente definido el sistema de rutas y paradas tal como lo conocemos hoy, la ciudad de Las Tunas se calificaba como una urbe de segundo orden. Sin embargo, más de 30 años después la Capital de las Esculturas ya sobrepasa, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información los 166 mil habitantes.

“En la ciudad tenemos en 400 metros dos paradas. Eso pasa en la avenida Camilo Cienfuegos. A los choferes no les da tiempo ni siquiera a cambiar la velocidad, están muy cerca”, dice Marino Riquenes Rodríguez, jefe de operaciones de la Unidad Empresarias de Base (UEB) de Transporte de Pasajeros en el municipio de Las Tunas.

Marino y Vladimir coinciden en que tanto el sistema de rutas como sus respectivas paradas no han cambiado mucho, no obstante el crecimiento de la población citadina. Ambos indican los positivos resultados de descongestionar los sitios más abarrotados de personas, estableciendo los llamados “trompos” o sea ómnibus de recorridos cortos como el que se realiza desde La Feria hasta Los Pinos.

“En días de alta demanda incluso ponemos más, sobre todo si se nos paralizan los carros más grandes o los lunes que son muy complicados. Incluso cuando vemos que la parada de La Feria está muy llena ponemos trompos provisionales que yendo por la Ruta 1 vayan a los hospitales”, cuenta Marino. Esa es una opción particularmente efectiva si de ganar tiempo se trata porque dicho periplo le toma a un ómnibus unos 25 minutos, un lapso mucho menor y por ende beneficioso los urgidos en llegar rápidamente a los hospitales desde el centro de la ciudad.

“En un momento, comenta Vladimir, pensamos hacer desde el Parque Maceo un punto de salida de dos nuevos trompos: uno hacia el Cornito y otro hacia el Pediátrico con cuatro carros en cada sentido. Pero eso implicaría duplicarle el pasaje a la gente porque alguien viniendo desde el Cornito que quisiera llegar hasta los hospitales tendría que bajarse y subirse de otro carro y pagar dos veces”. “Otras variantes que se han manejado, acota Marino, es diferenciar las paradas de manera que no todas las rutas se detengan en las mismas”. Pero la carencia de medios y el mal estado de las vías, argumenta, han impedido hacer esas pruebas. Sí están en funcionamiento otras medidas como la variación que ha sufrido la Ruta 2 (ahora se desvía hacia los hospitales) y el establecimiento de otras como la 4 y la 3 que hacen itinerarios hacia barrios periféricos.

 Pensar en el futuro

Las encuestas realizadas por las autoridades del Transporte sobre la calidad del servicio urbano lo califican de bueno. En esos mismos sondeos fueron recurrentes las críticas sobre la existencia de tramos de vía en las que se superponen casi todas las rutas formándose una especie de “trenes” con varios vehículos en la misma parada. Además señalaron la situación de la capacidad de los ómnibus principalmente en el horario pico es decir de 7:00 am a 8:20 am. La gran mayoría de los encuestados coincidió en que los ómnibus pasan a plena capacidad, principalmente en el centro de la ciudad.

Por su parte los choferes consultados por 26Digital se mostraron partidarios de que debían existir más rutas centro histórico-periferia, las cuales ayudarían mucho a aliviar la aglomeración de pasajeros en ambos lugares. Ellos no dejaron de reconocer que la labor de los expedidores sigue siendo clave en sitios como la Feria. En consecuencia, dijeron, se necesita uno en la parada de los hospitales que controle los horarios de salida. Otros, incluso, proponen que cuando la situación lo amerite se pruebe con modalidades como los ómnibus ruteros similar a los existentes en La Habana que si bien tienen un precio mayor ayudan a mover a quienes pueden pagar un poco más, pero ganan en tiempo.

Justamente ahora que el uso racional del combustible es mucho más importante no sería, ocioso, quizás, poner sobre la mesa cualquier idea que permita aprovechar al máximo una cantidad de ómnibus que, si bien sigue siendo insuficiente, es la mayor que ha conocido la ciudad en los últimos 25 años.

Escrito por István Ojeda Bello / Foto e infografía del autor
 

Datos de la Fuente del Articulo
Fecha: 
2016-08-17
Fuente: 
http://periodico26.cu/index.php/especiales/26732-omnibus-urbanos-y-ciudad-el-tiempo-no-pasa-por-gusto-infografia
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