Seguridad terciaria, decisiva para salvar vidas

Seguridad terciaria, decisiva para salvar vidas

La seguridad de nuestro vehículo puede dividirse en activa, con sistemas que tratan de evitar accidentes (antibloqueo de frenos, control de estabilidad…); pasiva, formada por aquellos destinados a minimizar sus consecuencias (airbag, cinturones, reposacabezas…); y terciaria, los elementos que actúan tras el siniestro para conseguir que su gravedad sea la menor posible.
 
El eCall acelera la intervención de los servicios de rescate tras producirse un siniestro en carretera. Los sistemas de seguridad terciaria, como recuerda Centro Zaragoza, tratan de minimizar las consecuencias de un accidente una vez éste se ha producido. Por ejemplo, hablamos de los dispositios que pueden evitar que se origine un incendio.

Para ello se han diseñado depósitos de combustible que consiguen que los diferentes líquidos del vehículo lleguen a derramarse tras un choque y de otros que cierran la inyección de combustible al detectar un impacto. Hay elementos que evitan que el habitáculo se convierta en una trampa mortal para sus ocupantes: los nuevos diseños de los automóviles permiten que las puertas se abran sin dificultad hasta en el peor escenario. Al mismo tiempo, las hebillas de los cinturones de seguridad deben conseguir una fácil y rápida apertura para evitar que los ocupantes queden bloqueados.

Resulta clave
Además de los sistemas con mencionados, es de vital importancia, pese a la escasa atención que a veces se les presta, el eCall, concebido para acelerar el tiempo de llegada de los servicios de emergencia tras un accidente.

El eCall se activa automáticamente en caso de accidente, realizando por sí solo una llamada a las emergencias y enviando a la vez información sobre el siniestro, su severidad y localización exacta.

En caso de accidente grave, el sistema eCall, a través de posicionamiento vía satélite (GNSS) y comunicación wireless (telefonía móvil) contacta de forma automática con un centro de recepción de llamadas de emergencia (normalmente el 112), posibilitando a los ocupantes del vehículo hablar con el centro de rescate y comunicar datos reevantes del accidente, entre ellos la localización para que la ayuda pueda ser enviada de forma instantánea.

La utilización de un teléfono de emergencias 112 implica que el sistema puede ser plenamente operativo en todos los estados de la Unión Europea. El sistema se activa por sí mismo, en caso de accidente severo mediante sensores en el interior del vehículo. También es posible activarlo de forma manual.

El eCall precisa de una unidad a bordo del vehículo que incluye antena GNSS para localizar el vehículo, así como una antena de telefonía móvil para efectuar la llamada. Cuando detecta un accidente y contacta, los centros de recepción de rescate reciben simultáneamente datos esenciales del siniestro en tiempo real. Junto a la localización y la hora del mismo, pueden enviarse datos complementarios como la dirección que llevaba el vehículo, su marca, modelo y color, o si la llamada se ha realizado manual o automáticamente.

Tras la recepción de los datos, y una vez comprobada la naturaleza de la llamada y su localización, el centro de asistencia devuelve la llamada para tratar de entablar contacto telefónico con los ocupantes afectados (incluso con los vehículos de emergencia ya en camino), para determinar con precisión la severidad de lo sucedido.

Lugares comprometidos
El sistema resulta vital en toda clase de accidentes, pero sobre todo en aquellos que tienen lugar en sitios apartados donde puedan pasar desapercibidos o realizar una llamada de emergencia pueda ser complicado e incluso imposible al no haber nadie cerca para hacerla, de forma que el eCall acelera la llegada de las emergencias y la posibilidad de salvar vidas.

Un estudio realizado en distintos países europeos reveló que el 90% de las llamadas realizadas con este sistema se establecían en menos de 25 segundos, y hasta el 97% lo hacía en un tiempo inferior a 45 segundos. En Europa aproximadamente 2.500 vidas podrían salvarse cada año si los servicios de emergencia fueran avisados con mayor rapidez.

Los principales beneficios asociados al uso del eCall son la reducción en tiempos de respuesta (la llamada se produce automáticamente), la reducción en la severidad en las consecuencias del accidente (contribuye a una mayor eficacia en la respuesta de las emergencias) y un ahorro en costes (los estudios de Centro Zaragoza confirman que el ratio beneficio-coste también resulta positivo en términos económicos).

El sistema solo opera con números de emergencia tipo 112, por lo que funciona en todos los estados de la Unión Europea. Pero hay que estar atentos si se conduce fuera de esta áream por si presentase fallos una vez alejados de su radio de acción.

Todos los medios son pocos
Los sistemas y dispositivos relativos a la seguridad terciaria comienzan a actuar después de que el accidente se produzca y tratan de conseguir que la gravedad de éste sea la menor posible.
No obstante, en caso de sufrir un siniestro todos los medios disponibles deben ser empleados para conseguir ayuda por parte de los ocupantes que no hayan resultado heridos de gravedad o de testigos del accidente (uso de los postes SOS si la carretera dispone de ellos, teléfonos móviles...)

Datos de la Fuente del Articulo
Fecha: 
2014-08-25
Fuente: 
ABC (España)