coches de tracción animal

El bosque, el lobo y la ley de la oferta y la demanda

El día había sido bien complicado para aquella enfermera neonatóloga que labora en el hospital materno Mariana Grajales, de Santa Clara, debido a la gravedad de algunos niños allí recluidos, lo cual le obligó a salir más tarde de lo previsto hacia la parada radicada en un costado de la institución. Al llegar allí, solo un carretón de caballo y su conductor la esperaban, además de algunos colegas y trabajadores de otros sectores.

¿Quién le pone el parche?

No son las riendas las que le pondrán freno a estos “arañeros”, que actúan sin pensar en efectos irremediables. Una y otra multa, el decomiso de los caballos o las arañas, tal vez atenúan la situación, pero no la resuelven.

Si algo corre rápido son las malas noticias, eso siempre decía mi abuela. Y a veces van colmadas de rumores, que de boca en boca pasan siempre con alguna distorsión.

Sucede así con los accidentes en la vía, muy pocas veces tratados por los medios de prensa de forma oficial, pero sí por habladores callejeros que aprovechan para la especulación.

Lona verde ¿dónde estás?

Las nuevas regulaciones para los coches de tracción animal adoptadas por el Consejo de la Administración Municipal (CAM) en Pinar del Río durante el mes de octubre —que serán implementadas en enero del 2015— no han sido bien recibidas por la mayoría de los trabajadores por cuenta propia (TCP) que intervienen en esas labores. Iván Pérez, secretario general de la sección sindical de Cocheros, en ese territorio, durante el Pleno del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y los Puertos (SNTTP), fue enérgico cuando planteó: “No se tuvo en cuenta el criterio del sindicato y tampoco consultaron previamente a los trabajadores cuentapropistas.