Reducir el peligro asociado a determinadas labores de conservación de carreteras se ha convertido, como no podía ser de otra forma, en una prioridad para las empresas del sector, y en los últimos tiempos hemos visto diferentes sistemas en esta línea.

Uno de los mayores peligros ocurre cuando es necesario que un operario se coloque en la carretera para avisar a los conductores de la existencia de obras, el cambio de carril, o la necesidad de que reduzcan la velocidad. La labor del operario es sencilla, pero en demasiadas ocasiones, la imprudencia de los conductores tiene consecuencias fatales.

 Los trabajos de conservación y reparación de carreteras requieren en muchas ocasiones delimitar zonas de la calzada, debidamente señalizadas, para que los operarios puedan trabajar con mayor seguridad. Pese a esta señalización, algunos conductores bien sea por despiste o imprudencia circulan por estos tramos a una velocidad inadecuada que puede poner en peligro la integridad de los trabajadores.